Cada vez más la sociedad, y aquí incluyo al personal sanitario, tiene que ser consciente que además de proteger y cuidar a la persona con deterioro cognitivo, hay que ponerse en la piel del cuidador principal de la persona que padece alzheimer: ser comprensivo,atento, dar refuerzos positivos y aliento,para que no claudique y tenga la energía necesaria para afrontar unas batallas duras, muy duras....
Un pequeño homenaje a todos aquellos que dedicaron una vida cuidando de modo abnegado y con mucho cariño y coraje a aquellas personas que fueron tristemente perdiendo capacidades cogitivas como renocer su domicilio y su ubicación temporo-espacial, reconocer a sus seres queridos y darse cuenta de la existencia de uno mismo, como ser individual con sus propias necesidades, ilusiones, proyectos... ser perdido en la inmensidad de un caos insalvable, salvo por los que le rodean y protegen y cuidan siempre.
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